Despistada, soñadora y alegre. Así es Marta.
Mi pequeña ya se hace mayor, ella misma quería su propia sesión.
Sabía en todo momento las fotos que quería hacerse, pero claro es preferible jugar con ella para poder sacarle sus mejores sonrisas, su mirada más sincera.
Sin duda alguna el mejor regalo para su octavo cumpleaños.